Soy un fanboy de la syrah bien hecha, creo que ya hemos
hablado aquí de alguna que otra. Lo que pasa es que la línea que separa la
excelencia del mojón es tan delgada que muchas veces la syrah se convierte en
una pesadilla.
Me lo aconsejó el mancebo de una vinoteca que no suelo
frecuentar y la verdad es que al final ha sido un éxito absoluto. A la altura
de Habla 12 o Vallegarcia Syrah que me vengan ahora a la cabeza por ejemplo.
Cuando te das cuenta te has bebido la botella. Gana minuto tras minuto. También
es cierto que hice un poco de trampa cuando lo vi porque me acordé de que
estaba detrás Michel Rolland (uno de los gurús del vino en este país y binomio
de François Lurton).
Capa alta, con un color brutal. Picota violeta super vivo
super característico de la syrah. En nariz es muy elegante. Fruta madura
compotada, leves recuerdos a especias, a monte, y un final de madera y tostados
de sus 10 meses. En boca es sublime, un vino redondo, con una tanicidad muy
pulida y un paso largo y goloso.
Yo creo que en su rango de precio es una opción imbatible. Debería
de ser un vino de derecho universal.